El Herrador de caballos

Cuando compré mi primer caballo en 1990. No tenía ni idea de nada relacionado con este mundo.

Recuerdo que «Agustín» un herrador de Olivares, a quién tuve mucho aprecio, vino a mi casa para ponerle las herraduras a «Porri» que así era como se llamaba aquel animal.

¡¡¡Me dijo que yo tenía que cogerle las patas para que él pudiese hacer su trabajo!!!.

Evidentemente no pude hacerlo. Y el caballo no se herró hasta que no volvió Agustín otro día con otra persona.

El Herrador de Caballos

TRES años después, en 1993, hice un curso en Madrid y aprendí a fabricar las herraduras y a ponérselas a los caballos. Con una particularidad, los herraba YO SOLO.

Ahora eso es lo normal, pero en aquellos años, por esta zona, no lo hacía casi nadie.

Lo que no he hecho nunca ha sido ponerle las herraduras a caballos que no fueran míos, salvo alguna emergencia.

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