El Vendedor de libros

Los Pajaritos

Mi primera experiencia Profesional, dado de alta en la Seguridad Social, fue para la Editorial Alfaguara, «vendiendo libros» en la Barriada de Los Pajaritos. Y, la verdad es que, aunque el trabajo empezó siendo «a puerta fría», conseguí convertirlo en una aventura inolvidable de la que, no solo guardo buenos recuerdos, sino que me permitió conocer a muchas personas que fueron mis clientes, y terminaron siendo mis amigos.

Fue en 1970, yo tenía solo 17 años y monté una especie de «despacho» en una de las tabernas que se consideraban de las más conflictivas.

Una mesa a la entrada a la izquierda donde exponía mis libros. Otra mesita a su lado, con tres sillas, para poder firmar los contratos. Y el 10 por ciento para Joselito, el dueño del bar, de todo lo que se vendiera (Yo tenía un 25 % para mí, así que me quedaba con un 15).

Me hice popular en aquel barrio, tachado como problemático. Los asiduos del bar escuchaban primero a Joselito y después a mí.

Muchos de ellos querían que fuese por la tarde a sus casas para que hablase con sus hijos y les explicara las ventajas que podría ofrecerles «la cultura».

Al final, terminaban comprándome alguna enciclopedia. Aunque dudo que a aquellos niños de entonces, les sirviera de mucho.

Lo cierto es que a mí sí que me sirvió, porque gané algún dinerillo, porque era un aprendizaje del trato humano y, sobre todo, porque conocí a personas entrañables con las que, durante mucho tiempo seguí teniendo contacto.

.

Club Internacional del Libro

Durante mi «Servicio Militar» conseguí una plaza, como colaborador, en esa entidad. Tenía su sede en La Alfalfa.

Mis clientes eran tanto amigos, como amigos de mis amigos. Pero sobre todo, mis compañeros soldados,

No solo les suministraba libros, sino que en aquella época (1974), El Club también tenía otros muchos productos como Radio-Casettes, Máquinas de Fotografías, Artículos de Joyería, Cintas de Música, y muchas más cosas que ya ni recuerdo.

Me ayudó mucho en esa etapa, aparte del dinerillo que iba entrando por las comisiones, la cantidad de libros que leí durante las interminables horas en el Cuerpo de Guardia.

.

Anuario de Prensa

Fue en 1975 cuando tuve la suerte de conocer a un gran equipo de profesionales «de otro nivel» en este mundo de la «venta de libros»

Realmente lo que vendíamos eran «Anuarios de Prensa«. Una colección de varios años atrás en la que cada tomo contenía las noticias más interesantes que habían acaecido cada año.

Recorrimos muchos pueblos, de Granada y Murcia sobre todo, y nuestros potenciales clientes eran escasos, pero muy receptivos.

Una ventaja adicional es que había, con cada venta, una especie de «fidelización«. Si alguien compraba la colección, el año siguiente, casi seguro, compraría el nuevo tomo.

La verdad es que la obra tenía muchísima calidad y se vendía muy bien.

Loading

Scroll al inicio