«Lluvia» pisada por un caballo

El domingo 3 de abril de 2011, amaneció lluvioso. Teníamos prevista una salida a caballo con mis clientes, y nos acompañaría mi Compadre Manuel. La ruta escogida era por El Corredor Verde del Guadiamar.

Curiosamente, a pesar del agua, a ninguno de nosotros se nos ocurrió cancelar el paseo. Muy al contrario, era un aliciente adicional a esa pequeña aventura

Poco antes de llegar, por el margen «Este», a la zona que llaman «El Cujón», el suelo estaba en perfectas condiciones para dar «un galopito».

Y así lo hicimos. Íbamos como flotando sobre nuestros caballos, y una ligera llovizna nos refrescaba la cara y nos daba una sensación de agradable libertad.

Mi perrita «Lluvia» siempre me acompañaba en mis excursiones. Era incansable, correteaba constantemente de un lado para otro. Y si veía una oportunidad, se tiraba en plancha al agua del río.

No había problemas porque sabía nadar perfectamente, aunque alguna vez, cuando la corriente era demasiado fuerte, tuve que rescatarla.

Pues ocurrió que mientras corría a nuestro lado, por nuestra derecha, vislumbró un «lucio» del río que, según entendió ella, le estaba pidiendo a gritos sumergirse en sus aguas.

No lo pensó. Se cruzó inmediatamente al lado izquierdo, a toda velocidad, con intención de saltar al agua, como había hecho tantas veces.

Desgraciadamente uno de los caballos, en su galope, tropezó con ella y la lastimó gravemente.

La subí a “Saltarín” (aunque creo que ese no era el caballo que yo llevaba pero que se lo cambié a mi Compadre porque era más idóneo para llevar una carga «extraña») , y me la llevé hasta el área de descanso del Corredor Verde, a donde vino alguien (no recuerdo quien) a recogerla.

Loading

Scroll al inicio