Otra preciosidad de nuestra ciudad. Por aquí entraban los huidos de la justicia que se acogían «a sagrado» (de ahí su nombre) Antes había sido el acceso a la mezquita.
Otra preciosidad de nuestra ciudad. Por aquí entraban los huidos de la justicia que se acogían «a sagrado» (de ahí su nombre) Antes había sido el acceso a la mezquita.